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"Missorium" o "Clipeus"

 

Como última publicación del año MMXXIII, Salve, Qvirites analiza en profundidad una de las obras de arte romano más famosas. Los interesados descubriréis que no solo se pueden analizar detalles artísticos, sino también obtener curiosos datos históricos.

El conocido como Disco de Teodosio fue encontrado el 25 de agosto de 1847 por unos jornaleros que trabajaban los terrenos de la localidad de Almendralejo (Badajoz); tristemente lo hallaron doblado sobre sí mismo, además de que lo partieron en dos para repartirse las ganancias del hallazgo. Pero seguimos siendo afortunados, pues la pieza en sí se conserva bastante bien y es una obra de arte excepcional.

Con 74 cm de diámetro y un peso de 15,34 kg, el disco está fabricado en plata pura (ley de 0.976) con nielados de oro, y si el espectador desea disfrutar en persona de sus múltiples detalles deberá visitar la Real Academia de la Historia en Madrid, pues allí fue depositado por el segundo marqués de Monsalud, concretamente en el gabinete de antigüedades. Como muchos pueden no tener esa oportunidad, en esta publicación os describimos al detalle todos sus aspectos visuales, al menos desde un punto de vista canónico:

  • La escena se enmarca dentro de un pórtico de cuatro columnas corintias con frontón triangular partido por un arco de medio punto, y en cuyo interior vuelan dos erotes que sostienen flores sobre paños.
  • En el centro del pórtico se nos representa a un emperador (1) con diadema perlada, una túnica larga de ricos bordados y cubierto con una clámide recogida en una fíbula sobre el hombro derecho. Está sentado sobre un trono sencillo, con los pies apoyados en una butaca baja, y representado con la mayor estatura de la escena, signo de su autoridad. Tradicionalmente ha sido identificado como Teodosio I.
  • A su derecha (izquierda en la imagen), con la misma indumentaria y pose, aparece otra figura imperial, posiblemente su hijo Arcadio (2), sujetando un cetro con la mano derecha y un orbe con la mano izquierda. Su estatura es la segunda mayor de la escena.
  • A su izquierda (derecha en la imagen), también con la misma indumentaria y pose, tenemos posiblemente a Honorio (3), sujetando solamente un orbe con su mano izquierda. Su estatura es ligeramente inferior a la de su hermano Arcadio, signo inequívoco de su rango inferior.
  • Aparece un cuarto personaje (4), de menor tamaño y en una actitud de sumisión a la izquierda de Teodosio, de quien está recibiendo un pergamino; podría tratarse del vicario de Hispania, residente en Emerita Augusta (no lejos del lugar donde fue hallado el disco).
  • Cerrando la escena en los flancos del pórtico, aparecen un total de cuatro miembros germanos (5) de la guardia imperial[1] (dos a cada lado), portando lanza, escudo y torques.
  • En un registro inferior tenemos a la diosa Tellus[2] recostada (6), de cuyos brazos emergen una cornucopia con flores y frutos, en la que se apoya. Acompañan a la escena algunas espigas y tres erotes (uno de ellos parcialmente perdido) que portan ofrendas florales dirigidas directamente al emperador.

 

Distribución de figuras en relieve del disco de Teodosio (imagen modificada de https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/5/54/Disco_de_Teodosio.jpg/1200px-Disco_de_Teodosio.jpg)

La descripción queda incompleta si no mencionamos el hecho de que a los tres personajes centrales se les han añadido, de una forma muy sutil, unos nimbos propios de la iconografía cristiana, en clara alusión a la protección divina que poseen, además de considerarse a sí mismo como principal elemento de conexión entre Dios y sus súbditos.

Sin embargo, y llegados a este punto, cabe preguntarse qué tipo de objeto es exactamente el disco de Teodosio, pues como muchos pueden imaginarse, desde luego un frisbee no es. En los comienzos del s. XX se le identificó como un Missorium, es decir, un plato conmemorativo para una vajilla de lujo, aunque con semejantes medidas (74 cm y más de 15 kg de plata pura), a priori resulta difícil identificarlo como plato. Teorías algo más recientes han sugerido la posibilidad de que se trate de un Clipeus o escudo, aunque curiosamente lo que han hecho ha sido rescatar una identificación clásica, pues cuando fue descubierto en el s. XIX se creyó que era un escudo; de ser cierto, sería uno de los más grandes de su tipo conservados de época romana.

Dicho todo esto, ha existido una larga controversia sobre la identidad de los personajes principales. Como ya hemos dicho, tradicionalmente se ha asumido que la figura central es el emperador Teodosio I, acompañado de dos jóvenes colegas: su hijo Arcadio a izquierda (augusto de Oriente) y Valentiniano II a derecha (augusto de Occidente), siendo los tres emperadores legítimos.

Que sea Valentiniano II y no Honorio tiene dos explicaciones:

  1. Honorio aún no había sido elevado al rango de augusto por su padre, lo que daría al disco una fecha anterior al 393.
  2. El disco debió fabricarse durante una estancia en Tesalónica de Teodosio, ciudad donde Valentiniano II había fijado su sede tras la usurpación de Máximo; esto daría al disco una datación de 387-388.

 

Detalle de la representación de Honorio (imagen modificada de https://pbs.twimg.com/media/Fgj0yXYWAAAczJb?format=jpg&name=4096x4096)

Sin embargo, basándose en criterios estilísticos, otros autores han propuesto identificaciones diferentes. Ya de entrada, resulta difícil asimilar que uno de los personajes sea Valentiniano II, un emperador en igual rango de jerarquía que Teodosio I, de ahí que no se entienda por qué a uno se le representa a mayor tamaño que el otro, al menos dentro de la rígida iconografía de la época. Las teorías más recientes apuntan a que el personaje central sería Teodosio II[3], a la izquierda tendríamos a Valentiniano III[4] y a la derecha a Honorio. La cuarta figura, quizás un funcionario que recibe algo similar a un libro o codicilio, sería en realidad Constancio III en el momento de ser “coronado” emperador de Occidente a petición de su esposa Gala Placidia (hermanastra de Honorio). Con estos nuevos perfiles, la datación del disco cambiaría al 421; el problema estriba en que esta circunstancia de “coronación” con entrega de instrucciones del cargo no está documentada en la iconografía imperial, por lo que no parece muy plausible interpretar la escena del disco en este sentido. De hecho, no parece razonable que un emperador recibiese instrucciones de otro.

No podemos perder de vista que, además de imágenes, el disco cuenta con una inscripción grabada que reza:

D(ominvs) N(oster) THEODOSIVS PERPET(vvs) AVG(vstvs) OB DIEM FELICISSIMVM X

“Nuestro Señor Teodosio, emperador perpetuo, en la ocasión más feliz del décimo aniversario de su reinado”.

Se está haciendo alusión a la celebración de los Decennalia[5] de un augusto, evento que solía aprovecharse para que el emperador realizara algunos nombramientos y otorgase premios o regalos a algunos funcionarios como recompensa y reconocimiento a sus servicios[6]; esto encaja bien con la datación de la primera hipótesis (Teodosio, Arcadio y Honorio), pero que resulta imposible de aplicar en la segunda hipótesis (Teodosio II, Valentiniano III y Honorio), pues la conmemoración de los diez años de ascenso al poder no coincide en ningún caso con los Decennalia de Teodosio II, quien debió celebrarlos en 411-412[7] o 417-418[8]. Hay un hecho más que refuerza la teoría de datación de finales del s. IV, y es el hecho de que los missoria de esa época siempre se hacían en plata y con características similares al de Hispania[9], mientras que los regalos o premios concedidos por el poder imperial en el siglo V solían ser de oro.

No obstante, se han ofrecido nuevas interpretaciones de la inscripción en las que se lee XV y no solo X, es decir, una alusión a Quindecennalia o aniversario de quince años de gobierno. La razón de esta nueva lectura es epigráfica, al interpretar un aparente signo de interpunción[10] sobre el numeral X como marca de abreviatura, convirtiendo el X en XV al entenderse que el numeral V está sobrescrito de forma abreviada sobre el hueco superior de la X, formando algo similar a un nexo epigráfico.

 

Detalle de la interpunción sobre el numeral X (imagen modificada de https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/5/54/Disco_de_Teodosio.jpg/1200px-Disco_de_Teodosio.jpg)

Si se acepta esta nueva lectura, estos Quindecennalia aportan nuevas dataciones:

  1. Según la teoría de Teodosio I, sería el año 393.
  2. Según la teoría de Teodosio II, sería el año 426.

La cuestión clave de esta nueva propuesta es que en ambas dataciones se excluye la asociación con Constancio III, pues este emperador falleció a los pocos meses de su ascenso al poder imperial en 421.

Respecto al año 393, termina por ser el más plausible, de tal modo que los personajes representados serían Teodosio I como augustus senior, con Arcadio a izquierda y Honorio a derecha, habiéndose fabricado la pieza en Constantinopla, y no en Rávena o Tesalónica, como se creía; esta teoría se fortalece con el hecho de que Honorio sea representado sin cetro, pues aún no había sido elevado al rango de augusto, aunque lo sería inmediatamente después. Además, para esta fecha (19 de enero de 393) Valentiniano II ya había muerto en Galia a manos de Argobasto, y con Valentiniano muerto, Teodosio podía ver cumplido uno de sus sueños: compartir el poder imperial sólo con sus hijos, de ahí que unos días después de los Quindecennalia, el 23 de enero de 393, concediese a Honorio el rango de augusto.

Esta maniobra política resultaba de lo más oportuna si tenemos en cuenta que en Occidente el usurpador Eugenio ganaba cada vez más apoyos, no solo entre el Senado de Roma, sino también entre las aristocracias de las provincias occidentales. Por tanto, este disco, enviado tal vez al vicario de Hispania en Emerita, era quizás un mensaje simbólico para las aristocracias de Occidente, mostrando Teodosio su interés por resolver definitivamente la situación política pocos meses antes de la partitio imperii.

 

Fuentes:

Consularia Constantinopolitana (ed. Th. Mommsen), MGH, A.a. IX, Berlín, 1892.

Aurelio Víctor: Epitome de Caesaribus.

Salviano de Marsella: De gubernatione dei.

Temistio: Discursos políticos.

Tertuliano: El Apologético.

Zósimo: Nueva Historia.

Bibliografía:

Almagro-Gorbea, M., et al. (2000): El Disco de Teodosio, Madrid, Real Academia de la Historia.

Arce, J. (1976): “El missorium de Teodosio I: precisiones y observaciones”, AEA, 49, 119-139.

Blázquez, J. M. (2000): “Aspectos cronológicos del missorium de Teodosio”, en Almagro-Gorbea, M. et al. (eds.), El disco de Teodosio, Madrid, 253-271.

Bravo, G. (2010): Teodosio, último emperador de Roma, primer emperador católico, Madrid, Esfera de los Libros.

Canto, M. A. (2000): “Las Quindecennalia de Teodosio I el Grande (19 de enero del 393) en el gran clípeo de Madrid”, en Almagro-Gorbea, M. et al. (eds.), El disco de Teodosio, Madrid, 289-300.

Delbrueck, R. (1929): Die Konsulardiptyschen und verwandte Denkmäler, Berlín-Leipzig, 235-242.

Delgado Hernández, A. (1849): Memoria histórico-crítica sobre el gran disco de Theodosio encontrado en Almendralejo, leída en la Real Academia de la Historia por su anticuario don Antonio Delgado en la junta ordinaria de 9 de septiembre de 1848, Madrid, Imprenta de la viuda de Calero.

Kiilerich, B. (1993): “Late Fourth Century Classicism in the Plastic Arts”, Odense, 19-26.

Leader-Newby, R. E. (2004): Silver and Society in Late Antiquity. Functions and Meanings of Silver Plate in the Fourth to the Seventh Centuries, Aldershot, Ashgate.

Martindale, J. R. (1980-1992): The Prosopography of the Later Roman Empire II, A. D. 395-527, Cambridge.

Meischner, J. (1996): “Das Missorium des Theodosius in Madrid”, JdAI, 11, 389-432.

Navascués y de Juan, J. M. de (1976): “Informe sobre el Disco de Teodosio”, Boletín de la Real Academia de la Historia, 173, 3, 427-437.



[1] Los auxilia palatina.

[2] Dicho sea de otro modo, la diosa que encarna a la tierra y todos los frutos que da.

[3] Nieto de Teodosio I e hijo de Arcadio.

[4] También nieto de Teodosio I por parte de su madre, Gala Placidia.

[5] Aniversario que conmemora diez años de reinado de un emperador.

[6] Hecho que podría quedar representado en el disco, si es que el personaje que recibe un codicilio del emperador es un alto funcionario de la administración imperial.

[7] Se convirtió en augusto en 402.

[8] Su padre Arcadio falleció en 408.

[9] Dos ejemplos bien conservados son la placa de Kerch, conservada en el Museo Hermitage de San Petersburgo, y la placa de Valentiniano I en Ginebra.

[10] Generalmente usado en epigrafía como separador de palabras.

"En Roma no hay reyes"

 
Bueno, quizás sea necesario matizar este título sobre la ausencia de reyes. Porque en esta nueva publicación de Salve, Qvirites vamos a explorar la Monarquía romana para borrar del imaginario colectivo las leyendas que la rodean. Y si precisamente son los elementos más fantasiosos los que tenemos que olvidar, lo más probable es que nos quedemos casi sin reyes, o para ser más exactos, con menos de la mitad. 
 
Cuando dos fuentes de distinta naturaleza no son coincidentes, no se debe fiar de ninguna. Si no existió Roma hasta el 600 a.C. (como ya comentamos en nuestra publicación sobre los orígenes de la ciudad "¿Ladrones o hijos de Dioses?"), quiere decir que la Monarquía duraría hasta el 450 a.C., y no hasta el 509 a.C., lo que implica que podríamos establecer la creación de la Ley de las XII Tablas como el Origen de la República. La tradición siempre nos ha dado siete reyes:
  • Cuatro a los que Livio otorga sobrenombres romanos para darles mayor credibilidad: Rómulo, Numa Pompilio, Tulo Hostilio y Anco Marcio (sólo algunos clanes familiares hicieron suyos esos nombres, las “Falsas Gentes”).
  • Tres etruscos: Tarquinio Prisco, Servio Tulio y Tarquinio el Soberbio.

Sin embargo, el espacio temporal es demasiado grande para unos reinados tan breves. Por ello, se ha diferenciado a los Cuatro Reyes Legendarios de los Tres Reyes Históricos y etruscos. El 509 a.C. es un año simbólico en cuanto a que Roma firma un tratado con Cartago, dando indicios de cambio político en la Urbs, es decir, un declinar de la monarquía; después, entre el 509 y el 450, se llevaría a cabo un lento proceso que traería la configuración de la República.

Para dar mayor carácter divino a la fundación, a Rómulo y Remo se les hace hijos de la sacerdotisa Rea Silvia y del dios Marte, y además, se ha descubierto que la famosa Loba Capitolina era en realidad una Quimera Etrusca, colocada en el Foro en el 396 a.C.[1]. La fecha del 450 cobra una mayor fuerza como el tránsito de la Monarquía a la República cuando se descubren evidencias arqueológicas de que Roma dejó de importar drásticamente cerámica griega para comenzar a exportar su propia cerámica. Si aceptamos que Tarquinio el Soberbio fue expulsado en 509, tendría sentido la cláusula del Tratado Roma-Cartago de ese mismo año, por la que los cartagineses aceptaban la existencia de un nuevo régimen político. Pero si la República no queda plenamente establecida hasta el 450, eso deja un margen de 59 años de acontecimientos y procesos de evolución hacia un cambio drástico, como por ejemplo:

  • La Primera Secessio Plebeya (494).
  • La Lex Publilia (471).
  • La “Serrata del Patriziato” (485).
  • La creación de la Ley de las XII Tablas (450).

Hay un problema en la arqueología con los Nomina Tusca; desde el principio, el Vicus Tuscus era el barrio etrusco, donde se asentaban los etruscos que llegaban a Roma. Los Nomina Tusca son nombres de fonética etrusca que aparecían en los Fasti Capitolini o listas de magistrados republicanos; entre el 490-460, los nomina son latinos, pero antes y después de esta fecha los nomina eran etruscos, hasta el 448, lo que significaría que en Roma había un régimen monárquico con predominio de familias etruscas (Teoría de Gjerstad), coincidentes con los reinados de Tarquinio Prisco (etruscos), Servio Tulio (latinos) y Tarquinio el Soberbio (etruscos), lo que nos diría que la monarquía cayó en el 448, más coincidente con otros sucesos que evidencian un cambio drástico de política en Roma, habiéndose iniciado la monarquía en 580. El arqueólogo italiano Pallotino desmintió esta teoría; estas fuentes arqueológicas tienen su adaptación en las fuentes literarias, porque Livio nos habla de la construcción del Templo de Júpiter Óptimo Máximo en el 509, por lo que habría sido levantado por Tarquinio Prisco.

Podemos aceptar una Periodización Tradicional o Moderna, diferenciando los hechos legendarios de los hechos históricos; los Datos Legendarios son los que ofrecen menor fiabilidad histórica, por muy documentados que estén por Livio o Dionisio, y además, los hechos que tienen lugar albergan poco fundamento, como la reforma religiosa de Numa Pompilio cuando Roma aún no estaba formada, quizás incluso una primera constitución en clave religiosa. Es cierto que los nombres de reyes se repetían en generaciones, pero eso nunca ocurrió con los reyes legendarios, cuyos nombres son “Hapax” o únicos, a pesar de que “Hostilius”, “Martius” y “Pompilius” sean nomina que aparecen una o dos veces en la República Tardía, utilizado como referencia por Livio.

El problema de historicidad del Sistema Político de la Monarquía parte de Mommsen en 1903 con su “Historia de Roma”; como historiador alemán absolutamente crítico, argumentó que, como no había ningún documento fiable de la época monárquica, no valía nada dentro de la historiografía. La escuela de E. Pais rechaza cualquier cosa que tenga que ver con la etapa monárquica, lo que llevó a Andreas Alföldy a negar sistemáticamente los datos de la tradición analística romana, es decir, la Teoría Hipercrítica.

La Teoría Hipocrítica Proliteraria, defendida por Poucet en los 80, y la Teoría Hipocrítica Proarqueológica, defendida por Müller-Karpe, Gjerstad o F. Coarelli, hacen que se establezcan dos categorías de reyes, y ambas han eliminado la historicidad de los tres primeros reyes, es decir, Rómulo, Remo y el sabino Tito Tacio. Se juntan en los orígenes una tradición troyana/latina (Rómulo y Remo) totalmente legendaria, una tradición sabina (Tito Tacio) semilegendaria, y una tradición etrusca histórica.

Tito Tacio se relaciona con un posible elemento sabino en el origen de Roma: el rapto de las sabinas). Rómulo y Tito Tacio llegaron al acuerdo de gobernar juntos, y el que muriera primero perdería el derecho de descendencia; murió primero Tacio, desapareciendo la herencia sabina. Por eso los reyes siguientes tienen nombres latinos de una “Gens Romana” (Pompilius, Hostilius y Martius).

 

Detalle del rey Tito Tacio en "El rapto de las sabinas" (1799), de Jacques-Louis David. Conservado en el Museo del Louvre, París (imagen de https://www.labrujulaverde.com/wp-content/uploads/2020/03/F0440_Louvre_JL_David_Sabines_INV3691_detail01_rwk-2.jpg)

Por lo que sabemos de Numa Pompilio, deducimos que fue un “Hapax”, único en la onomástica romana, y el nombre de su “gens” no aparece hasta el siglo IV a.C. No realizó guerras en su gobierno porque fue promovido por Rómulo, pero sí hizo reformas en las costumbres y leyes romanas[2], y también se le asigna el establecimiento de un Calendario de doce meses y la legislación de la actividad religiosa. Algunas fuentes mencionan que murió de enfermedad a los 43 años de gobierno. Lo más contradictorio es que este rey, como rey antiguo, no hiciera la guerra.

La teoría antropológica de Dumézil propone la división social de los pueblos indoeuropeos en tres partes según la función:

  1. Función religiosa.
  2. Función guerrera.
  3. Función productora.

Como Numa Pompilio sólo acumula la función religiosa, no puede ser un rey histórico, sino legendario.

 

"La ninfa Egeria dictando a Numa Pompilio las leyes de Roma" (1875-99), de Ulpiano Fernández-Checa y Sanz. Depositado en el Museo del Prado, Madrid (imagen de https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/3/38/La_ninfa_Egeria_dictando_a_Numa.jpg)

Sobre Tulo Hostilio, las fuentes literarias nos dicen que resolvió guerras[3]: venció a los albanos a doce millas romanas de la ciudad, venció a los veientes[4], a los fidenos de Fidenas, al lado del Tíber y en contacto con la vía salaria… En resumen, Hostilio está controlando el territorio al noroeste de Roma, para tener acceso a la vía salaria. A todos los superó con la guerra, y gracias a ella expandió la ciudad y su territorio hasta el Monte Celio, llegando a reinar 32 años, hasta que murió alcanzado por un rayo.

 

"La victoria de Tulo Hostilio contra las fuerzas de Veyes y Fidenas (ca. 1601), de Giuseppe Cesari o "Caballero de Arpino". Conservado en el Museo de Bellas Artes de Caen (imagen de https://a58e396f2f.clvaw-cdnwnd.com/985723472749a7c847c403faad0a4b04/200001334-5caf05caf2/TULO%20HOSTILIO%20Cavalier_d-Arpin-Tullus-Hostilius-Caen.jpg?ph=a58e396f2f)

Anco Marcio, de nuevo, tiene un nombre de gens que hace referencia a la guerra (Martius, Marte); las fuentes nos dicen, con un dato revelador de filiación, que fue nieto de Numa, para que sea fiable para la población de Roma, y que llegó al poder con imperium[5], pero solo tiene función militar, por lo que es un rey guerrero legendario que se expandió por el Lacio y añadió población en el Aventino y el Janículo, llegando incluso a las bocas del Tíber, a dieciseis millas de la ciudad. Murió por enfermedad tras 24 años de gobierno. A partir del s. III a.C., el gentilicio Martius es el único de la época monárquica que perdura en todos los periodos de la historia de Roma.

Llegando al ámbito histórico de Tarquinio Prisco, encontramos el nuevo problema de la cronología, la cual es absoluta y cerrada:

  1. Prisco gobernó del 616 al 578 a.C.
  2. Servio Tulio del 578 al 534.
  3. Y el Soberbio del 534 al 510.

Difícilmente podemos establecer fechas precisas para épocas tan remotas, aunque lo documenten muchos autores antiguos; los reinados de los Reyes Históricos, ajustados a un parámetro de 30-40 años de un reinado, tampoco pueden ser aceptables con esas fechas. Pero sí podríamos utilizar una Cronología Relativa para investigar en la historiografía, con lo que podemos aceptar la sucesión de los reyes mencionados, porque se amolda mejor a la realidad histórica, sabiendo quién gobernó después de quién. Se propone incluso que Tarquinio el Soberbio pudo gobernar antes que Tarquinio Prisco, porque según Livio, un Tarquinio conquistó la plaza de Crustumenium en el 499 a.C., pero el problema reside en que todas las fuentes literarias hablan de que cuando Tarquinio el Soberbio fue expulsado de Roma, no volvió a haber más reyes, porque toda la historiografía antigua tiene un núcleo de verdad.

Sólo tenemos la garantía de que la sucesión se dio en Tarquinio Prisco, Servio Tulio y Tarquinio el Soberbio; la propia evolución del Estado romano se evidencia en la evolución de estos reyes, porque la tradición asigna a Tarquinio Prisco la construcción de la Cloaca Máxima, la pavimentación del Foro y los inicios del Templo de Júpiter Óptimo Máximo, y que al final de su reinado fue asesinado por los hijos de Anco Marcio, cuando lo normal era que se estableciera la sucesión por la fuerza, es decir, que su sucesor lo asesinara[6]. Con Servio Tulio se procede al ordenamiento social de las tribus territoriales en el censo y al levantamiento de varios templos menores; y finalmente Tarquinio el Soberbio concluyó las obras de la Cloaca Máxima y el templo de Júpiter, según las fuentes.


Fuentes:

Dionisio de Halicarnaso: Antigüedades romanas.

Tito Livio: Historia de Roma desde su fundación.

Bibliografía:

Bloch, R. (1962): Orígenes de Roma, Barcelona, Argos.

Carandini, A. (2014): La fundación de Roma, Barcelona, Bellaterra.

Cornell, T. J. (1995): Los orígenes de Roma, c. 1000-264 a.C., Barcelona, Crítica.

Kolb, F. (1992): La ciudad en la Antigüedad, Madrid, Gredos.

Mangas, J. y Bajo, F. (1989): Los orígenes de Roma, Madrid, Historia 16.

Martínez-Pinna, J. (1989): “Algunas reflexiones sobre el nacimiento de la ciudad en el Lacio”, en Estudios en homenaje al profesor Santiago Montero Díaz (Gerión, Anejos II), Madrid, 201-212.

(1989): “La Roma primitiva”, en Historia del Mundo Antiguo. Roma, cap. 37, Madrid, Akal.

(1999): Los orígenes de Roma, Madrid, Síntesis.

(1981): Los orígenes del ejército romano. Estudio de las formas premilitares en su relación con las estructuras sociales de la Roma más primitiva, tesis doctoral, Universidad Complutense de Madrid.

(1996): Tarquinio Prisco, Madrid, Clásicas.

Meslin, M. (1980): “L’homme romain des origines au Ier siècle de notre ère. Essai d’anthropologie”, en Revue de l’histoire des religions, 197-3, 317-321.

Ogilvie, R. M. (1981): Roma antigua y los etruscos, Madrid, Taurus.

Rodríguez Adrados, F. (1948): El sistema gentilicio decimal de los indoeuropeos occidentales y los orígenes de Roma, Madrid, CSIC.

Roldán Hervás, J. M. (1978): “La comunidad romana primitiva, la clientela y la plebe”, en Memorias de Historia Antigua (MHA), 2, 19-39.

Sancho, L. (1988): “Contribución al estudio de los orígenes romanos”, Veleia, 5, 145-172.



[1] La que se conserva actualmente es el resultado de la modificación de Pollaiuolo en el s. XVI.

[2] Martínez Pinna, como hipocrítico, defiende estos datos en las fuentes, porque en todo relato siempre hay algo de verdad.

[3] Hostilius es un nomen que procede de hostes, “enemigo”.

[4] Se atestiguan los primeros contactos con los etruscos a partir de la “supuesta dominación de Veyes” por Tulo Hostilio.

[5] Imperium es un término únicamente republicano; el autor lo incluye para que la población lo entienda, imperium entendido como poder militar obtenido por las armas.

[6] Es decir, Servio Tulio, aunque en la iconografía se le conoce como Macstarna.

Un imperio como dote

 

Sin duda Marco Aurelio fue uno de los más famosos emperadores que gobernó Roma, pero en esta publicación nos centraremos en su esposa, Faustina Minor, puede que menos conocida para el gran público, pero ello no la convierte en una desconocida, y sin duda se merece escribir sobre ella, pues siempre ha permanecido a la sombra de su marido, además de ser vilipendiada a lo largo de la historia por los discursos tradicionales.

Su nombre completo fue Annia Galeria Faustina Minor[1], para diferenciarla de su madre, Faustina Maior, y desde su mismo nacimiento se reservó para ella una finalidad política; esto se debía a que la dinastía imperial del s. II, conocida normalmente como Antonina (quizás más apropiado sería decir Ulpio-Aelia), establecieron un sistema de sucesión mediante adoptio cuando no se contaba con hijos varones que heredasen la púrpura imperial. En esas circunstancias, el elegido adoptado ganaba más legitimidad para la sucesión mediante el matrimonio con la hija del emperador aún viviente; esta fue la circunstancia de Faustina.

 

Mármol, 60 cm, 147-148 d.C. Busto de la joven Faustina, con su característico peinado. Conservado en los Museos Capitolinos, Roma (imagen de https://www.museicapitolini.org/en/opera/ritratto-di-faustina-minore-giovane)

Siendo una adolescente, el emperador Adriano la comprometió con Lucio Vero (25 de febrero de 138), pero más adelante fue su padre, Antonino Pío, quien prefirió comprometerla con Marco Aurelio en 139, cuando ella tenía entre 9 y 14 años de edad. El matrimonio llegaría finalmente en 145; no obstante, estaba el matiz legal de que Marco, por adopción, era hijo de Antonino, lo que provocaría un casamiento entre hermanos, por lo que el emperador habría tenido que liberar formalmente a uno u otro de su patria potestas para celebrar la ceremonia. Con este “lazo de sangre” con la familia de Antonino, Marco ganaba legitimidad en su adopción.

Tristemente las fuentes clásicas no nos han relatado detalles concretos sobre su vida y su carácter, más allá de resaltar que tenía una personalidad alegre; no obstante, y en base a su nacimiento en un entorno privilegiado, podemos asumir sin mucho miedo al error que debió recibir una excelente educación, siendo una mujer culta y de gran personalidad. Esto último se deduce en base a que Faustina no tuvo problemas en manifestar su opinión con habilidades en retórica y dar su consejo a Marco Aurelio ocasionalmente; eso sí, no debemos olvidar que también, como Augusta, debía mantener unos estándares oficiales de comportamiento para convertirse en un modelo a seguir por parte del resto de romanas (actitud sumisa hacia el marido, discreción pública, función materna…).

En cambio, las fuentes no escatimaron esfuerzos en remarcar sus numerosos vicios. Muy específicamente la Historia Augusta[2] se detiene en detallar su degenerada promiscuidad y cuantiosos adulterios con marineros y gladiadores, para sugerir (nunca para afirmar rotundamente) que Cómodo fue el resultado de alguno de esos amoríos, lo que explicaría su pasión por la gladiatura. Puestos a buscar una explicación para la megalomanía y despotismo desarrollados por Cómodo, quizás influya un poco el hecho de que Marco Aurelio y Faustina eran primos maternos (que venga un experto en genética y endogamia para refutar la teoría).

 

Óleo sobre lienzo. "Victoria, el emperador Cómodo sale de la arena a la cabeza de los gladiadores", de Edwin Howland Blashfield (1848-1936). Hermitage Museum and Gardens (imagen de https://commons.wikimedia.org/wiki/File:The_Emperor_Commodus_Leaving_the_Arena_at_the_Head_of_the_Gladiators_by_American_muralist_Edwin_Howland_Blashfield_(1848-1936)_01_(cropped).jpg)

Rallando el terreno de la brujería y lo macabro, se nos dice también que Faustina llegó a lavarse con la sangre de un gladiador muerto antes de yacer con Marco Aurelio. Puesto que existía la creencia de que el sudor o la sangre de los gladiadores tenían facultades sanadoras o afrodisíacas, la lógica nos dicta que en el relato Faustina buscaba engendrar un heredero fuerte con el emperador, como si ella o él tuviesen problemas para concebir hijos, o que estos naciesen sanos.

Los relatos no solo son exagerados, sino a la par contradictorios, y explicamos por qué en varios puntos:

  1. Si la relación entre ambos hubiese sido tan nefasta, entonces no se explica que permaneciesen casados durante 30 años, hasta que ella falleció en el año 175, y menos en una cultura donde existía el divorcio. También es cierto que Marco Aurelio ganó legitimidad para la sucesión de Antonino Pío al casarse con su hija, por lo que, en cierto sentido, repudiarla y divorciarse habría supuesto perder la “dote del imperio”.
  2. Lo esperable de una relación así hubiese sido que guardasen las distancias, permaneciendo Faustina en Roma con sus cuantiosos amantes para repetir la tópica vida licenciosa de Mesalina, mientras Marco Aurelio proseguía las campañas militares del Danubio.
  3. En cambio, sabemos perfectamente que Faustina acompañó a su esposo en buena parte de sus campañas militares, tanto en occidente como en oriente[3], hasta el punto de que Marco Aurelio  pidió al Senado que le concediesen el título honorífico de Mater Castrorum (“madre de los campamentos”, HA, Marc. XXVI, 4-9), siendo la primera mujer del Imperio en conseguirlo, no solo por estar junto a su marido en la guerra, sino también por reconfortar y consolar a las tropas en momentos críticos.
  4. Cuando falleció Faustina a los 45 años, Marco le dedicó un templo, la consagró como Diva y fundó un establecimiento de caridad para huérfanas llamado Puellae Faustinianae (HA, Marc. XXVI, 4-9). Si algunos piensan que esto no sería nada más que el típico y vacío proceder político, quedan refutados por las palabras del propio emperador, pues Marco Aurelio daba gracias a los dioses por tener una esposa “de tales cualidades: tan obediente, tan cariñosa, tan sencilla” (Aur. Med. I, 17).
 
Oro (AU, 7,32 gr., ceca de Roma, 176-180 d.C. RIC III, 748). Anverso: Busto velado y drapeado de Faustina mirando a derecha, con leyenda DIVAE FAVSTINA(e) AVG(ustae) MATR(i) CASTROR(vm). Reverso: Pira funeraria coronada por biga, con leyenda CONSE-CRATIO (imagen de https://www.wildwinds.com/coins/ric/faustina_II/RIC_0748_var.jpg)

Y no podríamos olvidar el punto más importante de todos: en treinta años de matrimonio Faustina engendró con Marco Aurelio la friolera de 14 hijos e hijas, aunque debido a la elevadísima mortalidad infantil de esa época tan solo sobrevivieron un niño y cuatro niñas, que resaltamos en la siguiente lista[4]:

  • Domicia Faustina (n. 30/11/147, m. 151).
  • T. Aurelio Antonino y T. Elio Aurelio (gemelos, n. y m. 149).
  • Annia Aurelia Galeria Lucila (n. 7/03/150, m. 182).
  • Annia Aurelia Galeria Faustina (n. 151, m. antes de 165).
  • T. Elio Antonino (n. 157/158, m. 157/158).
  • Desconocido (n. 157/158, m. 157/158).
  • Aurelia Fadila (n. 159, m. antes de 192).
  • Annia Cornificia Faustina Minor (n. 160, m. 213).
  • T. Aurelio Fulvo Antonino (n. 31/08/161, m. 165) y L. Aurelio Cómodo (n. 31/08/161, m. 31/12/192).
  • M. Annio Vero (n. 162, m. 169).
  • Adriano (n. ?, m. ?).
  • Vibia Aurelia Sabina (n. 170?, m. antes de 217).

Puede observarse en esta lista un ritmo relativamente estable y continuado de embarazos, con una excepción: el paréntesis entre 151-157, durante el gobierno de Antonino Pío.

 

Plata (AR, 20 mm., 3,43 gr., ceca de Roma, 161-164 d.C. RIC III 676; MIR 18, 10-4a; RSC 95). Reverso de denario de Faustina, en el que aparece la diosa Fecundidad de pie mirando a izquierda y asociada a la propia Augusta; sostiene en cada brazo un niño, habiendo otros dos niños a cada lado de sus piernas. Leyenda: FECVND(itas) AVGVSTAE (imagen de https://coins.www.collectors-society.com/wcm/coinview.aspx?sc=321764)
 

Semejante alarde de fecundidad prueba lo innecesario de la sangre de gladiador. Si buceamos un poco más en el misterio de todas estas acusaciones de promiscuidad contra Faustina, nos damos cuenta de que, en realidad, la emperatriz no era el verdadero objetivo de esas acusaciones, sino un canal idóneo de acusación contra Cómodo, considerado por muchos como el indigno heredero de Marco Aurelio. ¿Cómo era posible que de un hombre tan íntegro, sabio, recto en el gobierno, la moral y amante de la filosofía hubiese nacido un ser tan depravado como Cómodo? La explicación de la historiografía romana patriarcal era evidente: Marco Aurelio no podía ser el padre, sino un infame gladiador o un marinero borracho.

En realidad, las únicas sospechas que se podrían verter contra Faustina tienen más que ver con una rebelión protagonizada por el general Avidio Casio en el año 175. De salud frágil, Marco Aurelio estaba enfermo con frecuencia, razón por la que intentaba hacerse acompañar siempre por Galeno. Pero en el año mencionado se difundió el falso rumor de que su estado era tan grave que estaba al borde de la muerte; según Romains (1971, 111), Faustina tuvo una participación indirecta en la rebelión de Casio, pues, temiendo que su esposo falleciera y que la estructura imperial se resquebrajara hasta provocar una guerra civil[5], acordó con Casio mostrarle su apoyo cuando alcanzase el poder. En este punto resulta muy interesante la mentalidad de Faustina: al igual que Marco Aurelio obtuvo legitimidad para la sucesión cuando se desposó con ella, su apoyo a Avidio Casio también le daría legitimidad. Así, cuando el rumor de enfermedad se tornó en rumor de muerte, Casio consideró llegado el momento, y, de acuerdo a lo acordado con Faustina, se alzó como nuevo emperador en oriente.

Otros autores, como Stanton (1976, 509), han enfocado esta rebelión dentro de una dinámica de disensiones entre dos grupos como consecuencia de las guerras del Danubio:

  • Un grupo, liderado por Tiberio Claudio Pompeyano, estaba conforme con la guerra librada por Marco Aurelio y sus deseos por crear dos nuevas provincias, Marcomania y Sarmatia.
  • Otro grupo, liderado por Avidio Casio, estaba disconforme con la guerra porque causaba una terrible situación económica en todo el imperio y el emperador no parecía interesado en finalizarla.

Es Dión Casio (LXXI, 29, 1) quien más relaciona la muerte de Faustina con su implicación en la rebelión de Avidio Casio, sugiriendo que pudo haberse suicidado para evitar el castigo por haber dado su apoyo al rebelde. No es imposible, pero es altamente improbable, máxime cuando la historia no es verificable, y mucho menos conociendo el carácter y actitud de Marco Aurelio hacia su esposa. En ese sentido nos acogemos a las opiniones de Birley (2009, 273):

“La esperanza de vida de una mujer en la Antigüedad, aunque perteneciera a las clases más elevadas, era escasa. Faustina había dado a luz al menos a catorce hijos y tenía cuarenta y cinco años. Dión ofrece, al menos, otra explicación: la gota (XXXI, 1, 2). Es posible, incluso, que volviera a estar encinta y que en esta ocasión sucumbiese al embarazo. En un pasaje del libro 9 (Aur. Med. IX, 3, 1) de las Meditaciones, que parece aludir a la sublevación de Casio, Marco, que, como en tantas ocasiones, se prepara para la muerte, escribe:

«Al igual que tú aguardas el momento de que salga del vientre de tu mujer el recién nacido, así también aguarda la hora en que tu alma se desprenderá de esa envoltura».

Fuera cual fuese la causa, el largo viaje no pudo haber contribuido mucho a la salud de la emperatriz – para entonces se hallaban, probablemente, en pleno invierno – y, en cualquier caso, Faustina vivía con el ejército por lo menos desde el verano anterior”.

En suma, nos encontramos a una mujer madura, de salud precaria después de catorce partos (al menos), viajando durante el invierno en un larguísimo trayecto desde el Danubio hasta el sur de Turquía, y en un contexto militar en el que una epidemia letal campa a sus anchas. Como esperamos que el lector pueda entender, la opción del suicidio por "conspiración" queda relegaga al cajón de los "muy improbables.

 

Mármol, 165 d.C. Vista parcial de estatua de Faustina, velada y representada como dama oferente. Conservada en el Palazzo Massimo alle Terme, Roma (imagen de https://www.reddit.com/media?url=https%3A%2F%2Fi.redd.it%2F8iryghnlwn261.jpg)

Fuentes

Dión Casio: Historia Romana.

Frontón: Epistolario.

Marco Aurelio: Meditaciones.

Mattingly, H. (1968): Coins of the Roman Empire in the British Museum, IV, Antoninus Pius to Commodus, London, British Museum. (BMC IV). 

Mattingly, H. y Sydenham, E. A. (1930): The Roman Imperial Coinage, III, Antoninus Pius to Commodus, London, Spink and Son LDT (RIC III).

Monete Italiane Regionali (MIR).

Scriptores Historiae Augustae (Antonino Pío y Marco Aurelio).

Seaby, H. A. y Loosley, R. (1979): Roman Silver Coins, II, Tiberius to Commodus, London, Spink and Son LDT (RSC II).

Bibliografía

Beckmann, M. (2012): Diva Faustina. Coinage and Cult in Rome and the Provinces, New York, The American Numismatic Society.

(2021): Faustina the Younger. Coinage, Portraits and Public Image, New York, The American Numismatic Society.

Birley, A. (2009): Marco Aurelio, una biografía, Madrid, Gredos.

Boatwright, M. T. (2021): Imperial Women of Rome. Power, Gender, Context, Oxford, Oxford University Press.

Cenerini, F. (2017): “Faustina Minore, Avidio Casio, Marco Aurelio”, en Neri, V. y Girotti, B. (eds.), La storiografia tardoantica. Bilanci e prospettive. In memoria di Antonio Baldini, Milano, LED Edizioni Universitarie, 101-117.

Cid López, R. M. (2019): “Domus, mujeres y género. Imágenes y espacios de la dependencia femenina”, en García Sánchez, M. y Garraffoni, R. S. (eds.), Mujer, género y estudios clásicos. Un diálogo entre España y Brasil, Barcelona, Universidad de Barcelona, 173-191.

Conesa Navarro, P. D. (2019): “Faustina la Menor y Julia Domna como matres castrorum. Dos mujeres al servicio de la propaganda imperial de las dinastías antonina y severa”, Lucentum, XXXVIII, 281-299.

Domínguez Arranz, A. (2009): “Maternidad y poder femenino en el Alto Imperio. Imagen pública de una primera dama”, en Cid López, R. M. (ed.), Madres y maternidades. Construcciones culturales en la civilización clásica, Oviedo, KRK Ediciones, 215-252.

Fittschen, K. (1982): Die Bildnisstypen des Faustina Minor und die Fecunditas Augustae, Gotinga, Vandenhoeck und Ruprecht.

Hidalgo de la Vega, M. J. (2012): Las emperatrices romanas. Sueños de púrpura y poder oculto, Salamanca, Universidad de Salamanca.

Levick, B. (2014): Faustina I and II. Imperial Women of the Golden Age, Oxford-New York, Oxford University Press.

McLynn, F. (2009): Marcus Aurelius. A Life, New York, Da Capo Press.

(2009): Marcus Aurelius. Warrior, Philosopher, Emperor, London, Bodley Head.

Romains, J. (1971): Marco Aurelio o el emperador de buena voluntad, Madrid, Espasa-Calpe.

Stanton, G. R. (1976): “Marcus Aurelius, Lucius Verus and Commodus, 1962-1972”, Aufstieg und Niedergang der römischen Welt (ANRW) II, 2, 478-549.

Temporini-Gräfin, H. (ed.) (2002): Die Kaiserinnen Roms. Von Livia bis Theodora, München, C. H. Beck Verlag.

Uyá Esteban, M. (2019): Marco Aurelio. El último emperador de la Edad Dorada, Zaragoza, HRM Ediciones.



[1] Tradicionalmente,  las mujeres romanas solo recibían uno o dos nombres, por lo que encontrar tres o cuatro muestra el grado de “liberalidad” que se había alcanzado durante el s. II.

[2] Escrita 200 años después de su muerte.

[3] De hecho falleció durante la campaña de oriente contra Avidio Casio, en Halala (Capadocia), lugar que pasó a llamarse Faustinópolis

[4] La letra n. significa nacimiento y la letra m. muerte.

[5] Cómodo aún era demasiado joven para acceder al trono, y sin embargo, la rebelión causó una alarma tan excepcional que Marco Aurelio reclamó la presencia de su hijo para otorgarle la toga viril el 7 de julio del 175 y nombrarle Princeps Iuventutis y Magister Equitum con casi 14 años de edad. En suma, hablamos de una proclamación pública de Cómodo como sucesor directo (su nombramiento como co-emperador llegó el 27 de noviembre de 176).

 

PRIMVS INTER PARES

In corpore sano

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