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Cuando los dioses se cruzan

En esta nueva publicación sobre religión os traemos un curioso ejemplo de sincretismo religioso del mundo romano, la Fonte do Idolo de Braga. Bracara Augusta fue fundada por el legado Paulo Fabio Máximo en torno al 16 a.C. sobre un poblado indígena anterior, en el antiguo territorio de los brácaros (bracari), pero pasando bajo el control administrativo de la provincia Transduriana, y después la Tarraconense. 
La primera vez que tenemos noticias documentadas de la fuente es cuando el cartógrafo Georg Braun la incluyó en su mapa de Braga de 1594; casi cien años después, en 1695, el terreno donde se ubica la fuente era propiedad de Santos Rodrigues, vicario de São João de Castelões (Guimarães), pasando después a manos de su sobrina, Angélica de Barros, y de ella a su cuñado, Vicente Gomes do Couto. En el siglo XVIII contamos con la descripción de Jerónimo Contador de Argote: 
 
“…detrás de la iglesia de São João Marcos hay un jardín, que se llama ‘Ídolo’, en el cual se ubica un manantial profundo, que tiene una roca que parece ser [una roca] viva, con una figura con túnica larga, de cinco palmas [de tamaño]: parece que [la figura] tiene un oso largo, y le falta parte del cuerpo; su mano derecha está rota y a la izquierda la forma de un envoltorio, y encima de la cabeza hay letras”.
 
Pero los momentos más interesantes comienzan a partir del siglo XIX. El 6 de agosto de 1861 Emilio Hübner visitó el monumento e informó que el nombre de la divinidad estaba oscurecido por la cal, intentando corregir la inscripción en base a las notas de investigaciones previas. Después, en 1862, Pedro V y el marqués de Sousa son los primeros personajes de renombre que visitan la fuente; hasta su propietario, João de Abreu Guedes do Couto, se la ofreció al rey como regalo, quien deseó trasladar el monumento a los terrenos de Quinta dos Falcões para crear allí un museo lapidario. Pero la voluntad real solo quedó en deseo, pues la fuente nunca fue movida. En 1936 la propiedad es adquirida por el municipio de Braga, quien a su vez la transfiere al Estado portugués, encargándose de las primeras reparaciones del monumento en 1952. Hoy la fuente se conserva en el interior de una estructura modernista construida entre 2001 y 2004, creada para proteger el monumento y actuar como centro de interpretación, junto al Palacio de Raio.
 
 
Fotografía frontal de los restos de la fuente (imagen de https://www.cm-braga.pt/archive/img/Fonte_do_Idolo_0.jpg)
 
Según la información que poseemos, esta fuente habría sido construida a finales del s. I a.C., durante el gobierno de Augusto, junto a una necrópolis al este de la ciudad, sobre una gran superficie de granito de 3 metros de ancho por 1,20 metros de alto encima de un manantial, y por iniciativa del celtíbero Célico Frontón, residente no ciudadano en Bracara, para servir como un santuario de culto al agua y espacio de disfrute en las afueras de la ciudad, concretamente al sur de la vía XVII con dirección a Asturica Augusta. Es decir, nos encontramos ante la convencional obra de evergetismo por parte de un individuo que, sin duda, debió de ser afortunado en los negocios para permitirse costear este monumento.
Tradicionalmente este espacio había sido un locus sacratus en honor a la diosa Nabia, de ahí algunas teorías que sugieren a Frontón como un adorador de esta divinidad, a la que pidió un favor, ofreciendo como voto la promesa de construir un monumento para el dios Tongonabiago (es decir, Tongo de Nabia).
A la izquierda de la roca se talló una figura humana de 1,10 metros de altura, hoy muy deteriorada, pero posiblemente representando a un varón barbado, envuelto en toga y sosteniendo un objeto voluminoso con su brazo izquierdo (quizás una cornucopia)[1]. En su lado izquierdo, a la altura de su cabeza, se conserva una inscripción parcialmente perdida:
 
[CAEL]ICVS FRONTO / ARCOBRIGENSIS / AMBIMOGIDVS / FECIT (“Célico Frontón, del clan Ambimogido y natural de Arcobriga, hizo este monumento”).
 
Detalle de la figura togada del monumento (fotografía propia)

A la derecha se talló un edículo con forma de edificio rectangular, de 0,7 metros de alto por 0,6 metros de ancho y 0,12 metros de profundidad, con un desgastado busto en su centro[2] y coronado por un frontón triangular con un pájaro y un mazo grabados en su interior[3]. Es justo debajo de esta estructura de donde mana el agua de la fuente. En torno a este relieve se conservan las siguientes inscripciones:
  • Dentro del edículo: CELICVS (o CELIS) FECIT (“Celico lo hizo”)[4].
  • Izquierda del edículo: TONGOE/NABIAGO (nombre de la divinidad).
  • Base del edículo: FRON[TO]
  • Inscripción superior: ABAVIS AMOR (“Afecto de los bisabuelos”).

 

Detalle del edículo del monumento con el busto desgastado (fotografía propia)

Esta última inscripción es muy interesante, porque el oferente se convertía en deudor de la divinidad desde que le pedía el favor hasta el momento en que le era concedido, y desde ese instante estaba obligado a cumplir el voto; si no lo conseguía en vida, sus herederos debían respetarlo y continuarlo hasta consumarlo. Así, el voto de Célico Frontón pasó a sus nietos y bisnietos, ciudadanos romanos que restauraron el monumento. Esto queda definitivamente confirmado por la inscripción en un sillar de piedra (137 x 49 x 28) descubierto en el siglo XVI y que reza:

T(itvs) CAELICVS VOTOR(vm) SIPIPES / FRONTO ET M(arcvs) ET LVCIVS / TITI F(ilii) / PRONEPOTES CAELICI / FRONTONIS RENOVARVNT (“Tito Célico Frontón, heredero de votos, con Mario y Lucio, hijos de Tito y bisnietos de Célico Frontón, renovaron el voto”).

 

Inscripción de Tito Célico Frontón (CIL II 2420 [p XLIV, 900] = HEp 5, 1995, 967), perteneciente al municipium de Bracara Augusta, en el conventus Bracaraugustanus, y conservado en el Museu Regional de Arqueologia D. Diogo de Sousa, Braga (imagen de http://oestrymnio.blogspot.com/2016/10/fonte-do-idolo.html)

Sin duda el elemento más interesante de este monumento tallado en granito estriba en haber sido realizado al estilo romano; las excavaciones realizadas han descubierto hasta basas y fustes de columnas, así como tégulas y otras aras con inscripciones de un posible templo asociado al santuario rupestre. Sabemos que el monumento pasó por tres fases:
  1. Santuario indígena prerromano, con la fuente de agua como principal elemento.
  2. El monumento de época augustea, financiado por Célico Frontón, consistente en el alisado de la roca, el grabado de las figuras y la inscripción de los epígrafes.
  3. El monumento de época Flavia, en el que se completa el conjunto con una piscina de 6 x 4 metros y un templete del que aún se conservan los escalones labrados en la piedra, sumado a la inscripción de los herederos de Frontón.

 

Reconstrucción esquemática del posible aspecto del monumento (imagen de http://oestrymnio.blogspot.com/2016/10/fonte-do-idolo.html)

Resulta así un interesantísimo ejemplo del proceso de romanización en el noroeste peninsular, pues un monumento clásico se levanta en homenaje a dos divinidades indígenas, siguiendo el postulado de António Rodríguez Colmenero, quien definió a la fuente como un santuario plural en honor a:

  • Tongoenabiagus, un dios de posible carácter fluvial y asociado a los juramentos, información extraída en base al significado que D’Arbois de Jubainville dio a su nombre: “dios del río por el que jura”. Respecto a la etimología de Tongo[5], algunos lo consideran teónimo y otros un topónimo, mientras que Nabiago es un apelativo que lo relaciona con el culto a Nabia.
  • Nabia, una diosa galaico-lusitana con un culto extenso al norte del Duero, de la que se han encontrado muchas inscripciones en altares votivos situados en elevaciones montañosas, castros y fuentes. Hasta se ha encontrado una inscripción suya en El Castillo (Extremadura)[6], debido seguramente al desplazamiento de un grupo de personas desde Braga. En cuanto a su etimología, el punto de vista mayoritario es que procede de la raíz indoeuropea Naus (monte, colina); así, para Melena Jiménez es una diosa de los valles y los montes boscosos, asimilable a la latina Diana, mientras que para otros sería una diosa de la abundancia. Resulta también interesante el punto de vista de Olivares Pedreño, quien da a la diosa un triple carácter: como protectora de la comunidad, como guerrera y como dadora de riqueza, salud y fertilidad.

 

Reconstrucción ideal de la Fonte do Idolo con su aspecto de época flavia (imagen de http://oestrymnio.blogspot.com/2016/10/fonte-do-idolo.html)

Fuentes:

L'Année Épigraphique (AE 1986, 386).

Corpus Inscriptionum Latinarum (CIL II, 2419).

Ephemerú Epigraphica (EE VIII, 2, 115).

Hispania Epigraphica (HEp 1, 666; HEp. 5, 966; HEp 7, 1160).

Bibliografía:

Bermejo Barrera, J. C. (1986, 1994, 1999): Mitología y mitos de la Hispania prerromana, vols. I, II y III, Madrid, Akal.

Cortez, F. R. (1952): A Fonte do Ídolo e o culto de Asklépius em Bracara, Braga, Braca Augusta.

Melena Jiménez, J. L. (1984): "Un ara votiva en el Gaitán, Cáceres", Veleia, 1, 233-259.

Olivares Pedreño, J. C. (2006): "Cultos romanos e indigenismo: elementos para el análisis del proceso de romanización religiosa en la Hispania céltica", Lucentum, 25, 139-158.

(1998-1999): "El culto a Nabia en Hispania y las diosas polifuncionales indoeuropeas", Lucentum, 17-18, 229-241.

Rodríguez Colmenero, A. (1987): Aquae Flaviae, I, Fontes Epigráficas, Chaves, Cámara Municipal.

Tranoy, A. (1981): La Galice Romaine, Paris, Diffusion de Boccard.

VV.AA. (2012): A Fonte do Ídolo, os demais ídolos da fonte e-- non só. Bracara Augusta romana, Santiago de Compostela, Conselleria de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria.



[1] Algunos autores han sugerido que podría estar representando al dios Esculapio, deidad romana de la medicina y la curación, al dios Tongoenabiago (Leite de Vasconcelos, Toutain y Blázquez) o a la diosa Nabia.

[2] Para Leite de Vasconcelos se está representando a Celico Frontón, mientras que para otros autores se trata del dios Tongoenabiago, pues las representaciones de deidades dentro de hornacinas son un motivo frecuente en el mundo romano.

[3] Para Tranoy el mazo es símbolo de Sucellus, dios celta de los bosques asimilado a Tongoenabiago, mientras que la paloma se asocia a Nantosvelta, diosa de la naturaleza, la caz ay la fertilidad.

[4] Información de las dos inscripciones en CIL II, 2419 = EE VIII, 2, 115 = HEp 1, 666 = HEp 5, 966 = HEp 7, 1160 = AE 1986, 386.

[5] A 55 km de Braga, en Marco de Can, Freixo (Porto), se encontró una inscripción al dios genio Tongo: [G]ENIO / [T]ON[G]OBRI / CENSIVM / [FL]AVIVS / V(otvm) S(olvit) A(nimo) L(ibens) M(erito).

[6] A(vgvstae) NABIAE / VICTOR / SEMPR(oni) S(ervvs) / A(nimo) L(ibens) V(otvm) S(olvit).

PRIMVS INTER PARES

In corpore sano

Artículo en proceso de redacción.    

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