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Un imperio como dote

 

Sin duda Marco Aurelio fue uno de los más famosos emperadores que gobernó Roma, pero en esta publicación nos centraremos en su esposa, Faustina Minor, puede que menos conocida para el gran público, pero ello no la convierte en una desconocida, y sin duda se merece escribir sobre ella, pues siempre ha permanecido a la sombra de su marido, además de ser vilipendiada a lo largo de la historia por los discursos tradicionales.

Su nombre completo fue Annia Galeria Faustina Minor[1], para diferenciarla de su madre, Faustina Maior, y desde su mismo nacimiento se reservó para ella una finalidad política; esto se debía a que la dinastía imperial del s. II, conocida normalmente como Antonina (quizás más apropiado sería decir Ulpio-Aelia), establecieron un sistema de sucesión mediante adoptio cuando no se contaba con hijos varones que heredasen la púrpura imperial. En esas circunstancias, el elegido adoptado ganaba más legitimidad para la sucesión mediante el matrimonio con la hija del emperador aún viviente; esta fue la circunstancia de Faustina.

 

Mármol, 60 cm, 147-148 d.C. Busto de la joven Faustina, con su característico peinado. Conservado en los Museos Capitolinos, Roma (imagen de https://www.museicapitolini.org/en/opera/ritratto-di-faustina-minore-giovane)

Siendo una adolescente, el emperador Adriano la comprometió con Lucio Vero (25 de febrero de 138), pero más adelante fue su padre, Antonino Pío, quien prefirió comprometerla con Marco Aurelio en 139, cuando ella tenía entre 9 y 14 años de edad. El matrimonio llegaría finalmente en 145; no obstante, estaba el matiz legal de que Marco, por adopción, era hijo de Antonino, lo que provocaría un casamiento entre hermanos, por lo que el emperador habría tenido que liberar formalmente a uno u otro de su patria potestas para celebrar la ceremonia. Con este “lazo de sangre” con la familia de Antonino, Marco ganaba legitimidad en su adopción.

Tristemente las fuentes clásicas no nos han relatado detalles concretos sobre su vida y su carácter, más allá de resaltar que tenía una personalidad alegre; no obstante, y en base a su nacimiento en un entorno privilegiado, podemos asumir sin mucho miedo al error que debió recibir una excelente educación, siendo una mujer culta y de gran personalidad. Esto último se deduce en base a que Faustina no tuvo problemas en manifestar su opinión con habilidades en retórica y dar su consejo a Marco Aurelio ocasionalmente; eso sí, no debemos olvidar que también, como Augusta, debía mantener unos estándares oficiales de comportamiento para convertirse en un modelo a seguir por parte del resto de romanas (actitud sumisa hacia el marido, discreción pública, función materna…).

En cambio, las fuentes no escatimaron esfuerzos en remarcar sus numerosos vicios. Muy específicamente la Historia Augusta[2] se detiene en detallar su degenerada promiscuidad y cuantiosos adulterios con marineros y gladiadores, para sugerir (nunca para afirmar rotundamente) que Cómodo fue el resultado de alguno de esos amoríos, lo que explicaría su pasión por la gladiatura. Puestos a buscar una explicación para la megalomanía y despotismo desarrollados por Cómodo, quizás influya un poco el hecho de que Marco Aurelio y Faustina eran primos maternos (que venga un experto en genética y endogamia para refutar la teoría).

 

Óleo sobre lienzo. "Victoria, el emperador Cómodo sale de la arena a la cabeza de los gladiadores", de Edwin Howland Blashfield (1848-1936). Hermitage Museum and Gardens (imagen de https://commons.wikimedia.org/wiki/File:The_Emperor_Commodus_Leaving_the_Arena_at_the_Head_of_the_Gladiators_by_American_muralist_Edwin_Howland_Blashfield_(1848-1936)_01_(cropped).jpg)

Rallando el terreno de la brujería y lo macabro, se nos dice también que Faustina llegó a lavarse con la sangre de un gladiador muerto antes de yacer con Marco Aurelio. Puesto que existía la creencia de que el sudor o la sangre de los gladiadores tenían facultades sanadoras o afrodisíacas, la lógica nos dicta que en el relato Faustina buscaba engendrar un heredero fuerte con el emperador, como si ella o él tuviesen problemas para concebir hijos, o que estos naciesen sanos.

Los relatos no solo son exagerados, sino a la par contradictorios, y explicamos por qué en varios puntos:

  1. Si la relación entre ambos hubiese sido tan nefasta, entonces no se explica que permaneciesen casados durante 30 años, hasta que ella falleció en el año 175, y menos en una cultura donde existía el divorcio. También es cierto que Marco Aurelio ganó legitimidad para la sucesión de Antonino Pío al casarse con su hija, por lo que, en cierto sentido, repudiarla y divorciarse habría supuesto perder la “dote del imperio”.
  2. Lo esperable de una relación así hubiese sido que guardasen las distancias, permaneciendo Faustina en Roma con sus cuantiosos amantes para repetir la tópica vida licenciosa de Mesalina, mientras Marco Aurelio proseguía las campañas militares del Danubio.
  3. En cambio, sabemos perfectamente que Faustina acompañó a su esposo en buena parte de sus campañas militares, tanto en occidente como en oriente[3], hasta el punto de que Marco Aurelio  pidió al Senado que le concediesen el título honorífico de Mater Castrorum (“madre de los campamentos”, HA, Marc. XXVI, 4-9), siendo la primera mujer del Imperio en conseguirlo, no solo por estar junto a su marido en la guerra, sino también por reconfortar y consolar a las tropas en momentos críticos.
  4. Cuando falleció Faustina a los 45 años, Marco le dedicó un templo, la consagró como Diva y fundó un establecimiento de caridad para huérfanas llamado Puellae Faustinianae (HA, Marc. XXVI, 4-9). Si algunos piensan que esto no sería nada más que el típico y vacío proceder político, quedan refutados por las palabras del propio emperador, pues Marco Aurelio daba gracias a los dioses por tener una esposa “de tales cualidades: tan obediente, tan cariñosa, tan sencilla” (Aur. Med. I, 17).
 
Oro (AU, 7,32 gr., ceca de Roma, 176-180 d.C. RIC III, 748). Anverso: Busto velado y drapeado de Faustina mirando a derecha, con leyenda DIVAE FAVSTINA(e) AVG(ustae) MATR(i) CASTROR(vm). Reverso: Pira funeraria coronada por biga, con leyenda CONSE-CRATIO (imagen de https://www.wildwinds.com/coins/ric/faustina_II/RIC_0748_var.jpg)

Y no podríamos olvidar el punto más importante de todos: en treinta años de matrimonio Faustina engendró con Marco Aurelio la friolera de 14 hijos e hijas, aunque debido a la elevadísima mortalidad infantil de esa época tan solo sobrevivieron un niño y cuatro niñas, que resaltamos en la siguiente lista[4]:

  • Domicia Faustina (n. 30/11/147, m. 151).
  • T. Aurelio Antonino y T. Elio Aurelio (gemelos, n. y m. 149).
  • Annia Aurelia Galeria Lucila (n. 7/03/150, m. 182).
  • Annia Aurelia Galeria Faustina (n. 151, m. antes de 165).
  • T. Elio Antonino (n. 157/158, m. 157/158).
  • Desconocido (n. 157/158, m. 157/158).
  • Aurelia Fadila (n. 159, m. antes de 192).
  • Annia Cornificia Faustina Minor (n. 160, m. 213).
  • T. Aurelio Fulvo Antonino (n. 31/08/161, m. 165) y L. Aurelio Cómodo (n. 31/08/161, m. 31/12/192).
  • M. Annio Vero (n. 162, m. 169).
  • Adriano (n. ?, m. ?).
  • Vibia Aurelia Sabina (n. 170?, m. antes de 217).

Puede observarse en esta lista un ritmo relativamente estable y continuado de embarazos, con una excepción: el paréntesis entre 151-157, durante el gobierno de Antonino Pío.

 

Plata (AR, 20 mm., 3,43 gr., ceca de Roma, 161-164 d.C. RIC III 676; MIR 18, 10-4a; RSC 95). Reverso de denario de Faustina, en el que aparece la diosa Fecundidad de pie mirando a izquierda y asociada a la propia Augusta; sostiene en cada brazo un niño, habiendo otros dos niños a cada lado de sus piernas. Leyenda: FECVND(itas) AVGVSTAE (imagen de https://coins.www.collectors-society.com/wcm/coinview.aspx?sc=321764)
 

Semejante alarde de fecundidad prueba lo innecesario de la sangre de gladiador. Si buceamos un poco más en el misterio de todas estas acusaciones de promiscuidad contra Faustina, nos damos cuenta de que, en realidad, la emperatriz no era el verdadero objetivo de esas acusaciones, sino un canal idóneo de acusación contra Cómodo, considerado por muchos como el indigno heredero de Marco Aurelio. ¿Cómo era posible que de un hombre tan íntegro, sabio, recto en el gobierno, la moral y amante de la filosofía hubiese nacido un ser tan depravado como Cómodo? La explicación de la historiografía romana patriarcal era evidente: Marco Aurelio no podía ser el padre, sino un infame gladiador o un marinero borracho.

En realidad, las únicas sospechas que se podrían verter contra Faustina tienen más que ver con una rebelión protagonizada por el general Avidio Casio en el año 175. De salud frágil, Marco Aurelio estaba enfermo con frecuencia, razón por la que intentaba hacerse acompañar siempre por Galeno. Pero en el año mencionado se difundió el falso rumor de que su estado era tan grave que estaba al borde de la muerte; según Romains (1971, 111), Faustina tuvo una participación indirecta en la rebelión de Casio, pues, temiendo que su esposo falleciera y que la estructura imperial se resquebrajara hasta provocar una guerra civil[5], acordó con Casio mostrarle su apoyo cuando alcanzase el poder. En este punto resulta muy interesante la mentalidad de Faustina: al igual que Marco Aurelio obtuvo legitimidad para la sucesión cuando se desposó con ella, su apoyo a Avidio Casio también le daría legitimidad. Así, cuando el rumor de enfermedad se tornó en rumor de muerte, Casio consideró llegado el momento, y, de acuerdo a lo acordado con Faustina, se alzó como nuevo emperador en oriente.

Otros autores, como Stanton (1976, 509), han enfocado esta rebelión dentro de una dinámica de disensiones entre dos grupos como consecuencia de las guerras del Danubio:

  • Un grupo, liderado por Tiberio Claudio Pompeyano, estaba conforme con la guerra librada por Marco Aurelio y sus deseos por crear dos nuevas provincias, Marcomania y Sarmatia.
  • Otro grupo, liderado por Avidio Casio, estaba disconforme con la guerra porque causaba una terrible situación económica en todo el imperio y el emperador no parecía interesado en finalizarla.

Es Dión Casio (LXXI, 29, 1) quien más relaciona la muerte de Faustina con su implicación en la rebelión de Avidio Casio, sugiriendo que pudo haberse suicidado para evitar el castigo por haber dado su apoyo al rebelde. No es imposible, pero es altamente improbable, máxime cuando la historia no es verificable, y mucho menos conociendo el carácter y actitud de Marco Aurelio hacia su esposa. En ese sentido nos acogemos a las opiniones de Birley (2009, 273):

“La esperanza de vida de una mujer en la Antigüedad, aunque perteneciera a las clases más elevadas, era escasa. Faustina había dado a luz al menos a catorce hijos y tenía cuarenta y cinco años. Dión ofrece, al menos, otra explicación: la gota (XXXI, 1, 2). Es posible, incluso, que volviera a estar encinta y que en esta ocasión sucumbiese al embarazo. En un pasaje del libro 9 (Aur. Med. IX, 3, 1) de las Meditaciones, que parece aludir a la sublevación de Casio, Marco, que, como en tantas ocasiones, se prepara para la muerte, escribe:

«Al igual que tú aguardas el momento de que salga del vientre de tu mujer el recién nacido, así también aguarda la hora en que tu alma se desprenderá de esa envoltura».

Fuera cual fuese la causa, el largo viaje no pudo haber contribuido mucho a la salud de la emperatriz – para entonces se hallaban, probablemente, en pleno invierno – y, en cualquier caso, Faustina vivía con el ejército por lo menos desde el verano anterior”.

En suma, nos encontramos a una mujer madura, de salud precaria después de catorce partos (al menos), viajando durante el invierno en un larguísimo trayecto desde el Danubio hasta el sur de Turquía, y en un contexto militar en el que una epidemia letal campa a sus anchas. Como esperamos que el lector pueda entender, la opción del suicidio por "conspiración" queda relegaga al cajón de los "muy improbables.

 

Mármol, 165 d.C. Vista parcial de estatua de Faustina, velada y representada como dama oferente. Conservada en el Palazzo Massimo alle Terme, Roma (imagen de https://www.reddit.com/media?url=https%3A%2F%2Fi.redd.it%2F8iryghnlwn261.jpg)

Fuentes

Dión Casio: Historia Romana.

Frontón: Epistolario.

Marco Aurelio: Meditaciones.

Mattingly, H. (1968): Coins of the Roman Empire in the British Museum, IV, Antoninus Pius to Commodus, London, British Museum. (BMC IV). 

Mattingly, H. y Sydenham, E. A. (1930): The Roman Imperial Coinage, III, Antoninus Pius to Commodus, London, Spink and Son LDT (RIC III).

Monete Italiane Regionali (MIR).

Scriptores Historiae Augustae (Antonino Pío y Marco Aurelio).

Seaby, H. A. y Loosley, R. (1979): Roman Silver Coins, II, Tiberius to Commodus, London, Spink and Son LDT (RSC II).

Bibliografía

Beckmann, M. (2012): Diva Faustina. Coinage and Cult in Rome and the Provinces, New York, The American Numismatic Society.

(2021): Faustina the Younger. Coinage, Portraits and Public Image, New York, The American Numismatic Society.

Birley, A. (2009): Marco Aurelio, una biografía, Madrid, Gredos.

Boatwright, M. T. (2021): Imperial Women of Rome. Power, Gender, Context, Oxford, Oxford University Press.

Cenerini, F. (2017): “Faustina Minore, Avidio Casio, Marco Aurelio”, en Neri, V. y Girotti, B. (eds.), La storiografia tardoantica. Bilanci e prospettive. In memoria di Antonio Baldini, Milano, LED Edizioni Universitarie, 101-117.

Cid López, R. M. (2019): “Domus, mujeres y género. Imágenes y espacios de la dependencia femenina”, en García Sánchez, M. y Garraffoni, R. S. (eds.), Mujer, género y estudios clásicos. Un diálogo entre España y Brasil, Barcelona, Universidad de Barcelona, 173-191.

Conesa Navarro, P. D. (2019): “Faustina la Menor y Julia Domna como matres castrorum. Dos mujeres al servicio de la propaganda imperial de las dinastías antonina y severa”, Lucentum, XXXVIII, 281-299.

Domínguez Arranz, A. (2009): “Maternidad y poder femenino en el Alto Imperio. Imagen pública de una primera dama”, en Cid López, R. M. (ed.), Madres y maternidades. Construcciones culturales en la civilización clásica, Oviedo, KRK Ediciones, 215-252.

Fittschen, K. (1982): Die Bildnisstypen des Faustina Minor und die Fecunditas Augustae, Gotinga, Vandenhoeck und Ruprecht.

Hidalgo de la Vega, M. J. (2012): Las emperatrices romanas. Sueños de púrpura y poder oculto, Salamanca, Universidad de Salamanca.

Levick, B. (2014): Faustina I and II. Imperial Women of the Golden Age, Oxford-New York, Oxford University Press.

McLynn, F. (2009): Marcus Aurelius. A Life, New York, Da Capo Press.

(2009): Marcus Aurelius. Warrior, Philosopher, Emperor, London, Bodley Head.

Romains, J. (1971): Marco Aurelio o el emperador de buena voluntad, Madrid, Espasa-Calpe.

Stanton, G. R. (1976): “Marcus Aurelius, Lucius Verus and Commodus, 1962-1972”, Aufstieg und Niedergang der römischen Welt (ANRW) II, 2, 478-549.

Temporini-Gräfin, H. (ed.) (2002): Die Kaiserinnen Roms. Von Livia bis Theodora, München, C. H. Beck Verlag.

Uyá Esteban, M. (2019): Marco Aurelio. El último emperador de la Edad Dorada, Zaragoza, HRM Ediciones.



[1] Tradicionalmente,  las mujeres romanas solo recibían uno o dos nombres, por lo que encontrar tres o cuatro muestra el grado de “liberalidad” que se había alcanzado durante el s. II.

[2] Escrita 200 años después de su muerte.

[3] De hecho falleció durante la campaña de oriente contra Avidio Casio, en Halala (Capadocia), lugar que pasó a llamarse Faustinópolis

[4] La letra n. significa nacimiento y la letra m. muerte.

[5] Cómodo aún era demasiado joven para acceder al trono, y sin embargo, la rebelión causó una alarma tan excepcional que Marco Aurelio reclamó la presencia de su hijo para otorgarle la toga viril el 7 de julio del 175 y nombrarle Princeps Iuventutis y Magister Equitum con casi 14 años de edad. En suma, hablamos de una proclamación pública de Cómodo como sucesor directo (su nombramiento como co-emperador llegó el 27 de noviembre de 176).

 

PRIMVS INTER PARES

In corpore sano

Artículo en proceso de redacción.    

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