Buscar este blog

"Imperator Karolvs Avgvstvs"

Ochocientos años después de la muerte de Augusto, y hace ya más de mil doscientos años desde nuestro presente, murió Carlomagno, mejor conocido por sus coetáneos como Karl der Große o Karel de Grutte, o sencillamente Carolus. A fin de cuentas, el apelativo de Magnus no fue utilizado en vida de este soberano, aunque sí es cierto que no se tardó demasiado tiempo en darle uso, concretamente por parte del autor anónimo conocido como Poeta Saxo hacia el año 890, y sin duda ello nos muestra la relevancia histórica de Carlos. 

Todos tenemos una idea más o menos clara de cuál debió ser su aspecto, debido a las muchas imágenes difundidas desde los libros de texto en la educación secundaria: un hombre entrado en años, de constitución fuerte y mirada penetrante, con una abundante y larga barba, y siempre con su famosa corona imperial. Es una imagen que, con más o menos modificaciones, se mantiene inalterable en retratos como los del maestro Theoderico de Praga (ca. 1370), Durero (ca. 1512) o Scheuren (1825), sin omitir el extraordinario relicario gótico fabricado en 1349 por orden de Carlos IV de Francia, y que representa a Carlomagno, o para ser más exactos al "monarca ideal" en la Edad Media. Ya vamos adelantando que estos rostros del emperador carolingio son puro cuento.


Óleo. "Retrato del emperador Carlomagno" (1512), Albrecht Durer (imagen de

Además de su lengua materna, un dialecto alto alemán de influencia franca, es sabido que hablaba el latín “con fluidez semejante a la de su propio idioma”, además de comprender el griego, pero no hablarlo. Su reinado supuso no solo la conquista de un amplio territorio y unas destacadas reformas administrativas y económicas, sino además una recuperación del gusto por lo romano, sabedor Carlos del poder e influencia que esta antigua cultura podía proporcionarle. Esto se ve perfectamente plasmado cuando decidió auxiliar al depuesto papa León III para devolverle el poder; a cambio éste le coronó como Imperator Romanorum un 25 de diciembre del año 800, haciendo sombra al emperador bizantino (el cual era el único que, en teoría, podía considerarse como "auténtico romano") y demostrando que el legado de Roma no había desaparecido en los reinos germanos, sino que se mantenía muy vivo.

Buena parte de la viveza de ese legado la manifestó Carlos en las formas arquitectónicas de su Capilla Palatina de Aquisgrán, que sin duda toman como modelo un estilo tardorromano típico de San Vital de Rávena, así como el material empleado, el cual fue resultado del expolio de monumentos romanos y ravenenses, como el palacio de Teodorico. Pero puede que el mejor ejemplo de ese legado lo tengamos en el considerado como verdadero retrato del emperador, su estatua ecuestre:

 

Bronce (ca. 870), 24 cm y 10 kg. Estatua ecuestre del emperador Carlomagno en tres cuerpos (caballo, jinete y cabeza); se le representa con espada en la mano derecha, orbe imperial en la izquierda, manto sujeto con fíbula y corona abierta. Museo del Louvre, París (imagen de https://es.wikipedia.org/wiki/Estatua_ecuestre_de_Carlomagno)

Es incuestionable para los estudiosos la influencia e inspiración que se recogió de la estatua ecuestre de Marco Aurelio para la realización de esta pieza, hoy visible en la Piazza del Campidoglio de Roma. Basta un simple análisis a la postura del jinete y al movimiento de su montura para comprenderlo. Pero fijémonos con mayor atención en su rostro: pelo corto, bigote, sin barba, y bastante fornido. Es una imagen que concuerda bastante bien con la descripción física que hace Eginardo (Vita Caroli, 22):

"Fue amplio y robusto de cuerpo, de gran estatura […], pues consta que su altura era la de siete de sus pies (1,85 m), el extremo de su cabeza era redondeado, los ojos muy grandes y vivaces, la nariz superaba algo la media […], el cuello gordo y más corto y el vientre prominente".

Por tanto, una imagen completamente alejada de la que hemos comentado más arriba, y que se corresponde precisamente con el aspecto público que tanto Carlos como su familia (los Carolingios) querían mostrar como reflejo de ser "hombres nuevos", aquellos que traían el cambio en contraposición a los Merovingios, reyes débiles, con gobiernos inestables, y con aspecto bien distinto, como nos refleja el anillo-sello del rey Childerico (m. 481), con crine profuso y barba submissa, en palabras de Eginardo. Si pensamos bien en el contexto histórico, es perfectamente comprensible que los Carolingios, y muy en especial Carlos, bebiesen del legado romano, con emperadores de la talla de Augusto, Trajano, Marco Aurelio... que rigieron sobre un vasto, omnímodo y unificado imperio, para mostrar fuerza y unidad frente a la debilidad merovingia. Con esa idea es con la que se acuñó el denario de Carlomagno:

Plata (19 mm, 1,59 gr). Denario de Carlomagno (ca. 812-814) acuñado en Maguncia. En el anverso, busto de perfil derecho del emperador, con corona de laurel, diadema perlada y paludamentum, con la leyenda KAROLVS IMP(erator) AVG(vstvs), y M en exergo. En el reverso, templo de formas clásicas (cuatro columnas y frontón triangular) con cruz en su interior, levantado sobre podio con dos escalones y coronado por cruz, con la leyenda XPICTIANA (Christiana) RELIGIO (imagen de https://slideplayer.com/slide/12897731/78/images/8/Charlemagne%E2%80%99s+silver+coin+%28denarius%29.jpg)

 

Como puede apreciarse en el anverso, el físico de pelo corto y bigotes concuerda con la estatua ecuestre, salvo que aquí Carlos fue representado más "a la romana", con una doble corona, que recoge la tradición altoimperial y bajoimperial, así como el característico atuendo militar de imperator. Y a pesar de que estemos hablando de un soberano cristiano, no tiene inconveniente en incluir un templo de formas clásicas en el reverso de su moneda, pues no deja de ser frecuente en su época y con anterioridad la conversión de antiguos edificios paganos en iglesias.

A modo de anécdota, es sabido que durante unos trece años (789-802), Egberto, futuro rey de Wessex, permaneció refugiado en la corte del emperador Carlomagno mientras se escondía de su rival Beorhtric, ayudado por el rey de Mercia (Offa). Allí, pudo entrar en contacto con la herencia romana que el emperador pretendía recuperar en parte, quedando deslumbrado. Si bien se trata de una reconstrucción inventada, la conversación que el rey Egberto mantiene con el sacerdote Athelstan sobre esta cuestión es de sumo interés en el capítulo sexto de la segunda temporada de "Vikings":

 


Fuentes:

Eginardo: Vita Caroli.

Poeta Sajón: Annales de gestis Caroli magni imperatoris libri quinque.

Bibliografía:

Bater, C. M. M. (2014): "Das Grab Karls des Grossen", en Pohle, F. (ed.), Karl der Grosse. Orte der Macht, Dresden, Sandstein Verlag, 382-391.

Dutton, P. E. (1994): The Politics of Dreaming in the Carolingian Empire, London, University of Nebraska Press. 

Kluge, B. (1999): “Nomen imperatoris und Christiana Religio”, en Stiegemann, C. y Wemhoff, M. (eds.), Kunst und Kultur der Karolingerzeit, Mainz, 82-90.

McKitterick, R. (1983): The Frankish Kingdoms under the Carolingians, 751-987, Harlow, Routledge.

Nelson, J. L. (2001): "Aachen as a place of power", en de Jong, M. y Theuws, F. (eds.), Topographies of Power in the Early Middle Ages, Leiden, 217-241.

Story , J. (ed.) (2005): Charlemagne, Manchester, Manchester University Press.

Wickham, C. (2013): El legado de Roma. Una historia de Europa de 400 a 1000, Barcelona, Pasado y Presente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

PRIMVS INTER PARES

In corpore sano

Artículo en proceso de redacción.    

POPVLARES