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Hallazgo afortunado

Clunia es sin duda un yacimiento arqueológico que ofrece toneladas de buena suerte. Para empezar, fue en esta capital conventual donde Galba recibió la noticia de que Nerón había muerto y que sus aspiraciones imperiales tenían el beneplácito del Senado; el mensaje llegó tras una semana de viaje desde Roma y justo cuando el viejo Galba estaba a punto de suicidarse en la creencia de que Nerón enviaba las órdenes de su ejecución. Sin duda el nuevo princeps pensó que le besaba la mismísima diosa Fortuna, y para conmemorar la ocasión dio un fuerte impulso evergético a la ciudad, que desde entonces pasó a llamarse Colonia Clunia Sulpicia[1](por Servio Sulpicio Galba, por si alguien no lo entendía). 😉

Muchos años después, durante las excavaciones del gigantesco teatro de Clunia (capacidad estimada de unos 10.000 espectadores)[2], realizadas en la campaña de 2007-2008 junto al frons scaenae, se produjo un hallazgo, valga la redundancia, muy afortunado: más de 200 fragmentos de mármol correspondientes a una escultura (de tamaño superior al natural) que decoraba uno de los dístilos de dicho frente escénico. 

 

Una muestra de los fragmentos hallados (imagen de https://patrimoniocultural.jcyl.es/web/jcyl/PatrimonioCultural/es/Plantilla100Detalle/1284393412574/Intervencion/1284489131895/Arte)

 

En el año 2009 el Centro de Conservación y Restauración  de Bienes Culturales de Castilla y León, bajo la dirección de Milagros Burón, asumió la colosal tarea de intentar recomponer la escultura, labor culminada en septiembre de 2015[3]. Entiéndase la tardanza como consecuencia de la necesidad de estudiar las características y naturaleza material de cada fragmento para asegurar su pertenencia a la escultura, de la que también se ha podido deducir su policromía[4], y que en un momento determinado sufrió una parcial calcinación por fuego. Cada pieza fue escaneada con láser para reproducir un modelo 3D que permitiese la reconstrucción volumétrica.

 

Una de las fases del ensamblado de la escultura (imagen de https://static.burgosconecta.es/files/2015/10/fortuna3.jpg)

 

Para el montaje, cada fragmento fue consolidado estructuralmente mediante tratamiento químico, para después someterse a limpieza con procedimientos mecánico y fotónico. A continuación, fueron ensamblados uno a uno sobre una estructura interna y autoportante que no implicó uso de adhesivos; en las zonas donde fue necesario, se realizó una reconstrucción volumétrica con materiales ligeros y reversibles.

 


¿Resultado del rompecabezas? Nada menos que una diosa Fortuna, vestida a la manera griega, con túnica ceñida bajo el pecho y parcialmente cubierta con un manto que sujeta con el brazo izquierdo, el mismo que también sostiene una cornucopia. Sin duda la obra refleja una inmensa calidad técnica en rasgos como el pelo o los paños mojados.

 

Montaje completo de Fortuna (imagen propia)

Hoy podéis disfrutar esta escultura en el Centro de Interpretación que se encuentra junto a la entrada del yacimiento arqueológico, donde también se ofrece una recreación del cromatismo de Fortuna.

 

Póster del Aula Arqueológica de Clunia donde se recrea el cromatismo de la estatua (imagen propia)

PD: Desde Salve, Qvirites queremos recalcar la buena fortuna que nos ofreció la diosa en nuestra visita a Clunia, pues, cuando paramos para descansar en el pueblo vecino, Coruña del Conde, el paseo de exploración nos reveló una enorme iglesia renacentista, cuyos cimientos eran románicos. Y mientras rodeábamos esos cimientos, encontramos algo más allá del Románico: ¡¡dos estelas funerarias de época romana!!, y utilizadas como material de construcción (clásico). Una breve, simple y posterior investigación confirmó nuestras sospechas, y es que ambas pertenecieron a Clunia, como otros muchos fragmentos hallados en Coruña del Conde que dan fe del carácter utilitario de los restos arqueológicos antes de su consideración como patrimonio.

 

Bibliografía:

Abásolo Álvarez, J. A. (1978): Las vías romanas de Clunia, Burgos, Diputación Provincial de Burgos.

Gutiérrez Behemerid, Mª A. (2002): La decoración arquitectónica en la Colonia Clunia Sulpicia, Valladolid, Universidad de Valladolid.

Iglesia, M. A. de la y Tuset, F. (2012): Colonia Clvnia Svlpicia. Ciudad romana, Burgos, Publicaciones de la Excma. Diputación Provincial de Burgos.

Loperráez, J. (1788): Descripción Histórica del Obispado de Osma, 2, Madrid.

Palol, P. de (1969): Clunia. Guía de las excavaciones y de la ciudad romana, Burgos, Diputación Provincial de Burgos.

(1994): Clunia. Historia de la ciudad y guía de las excavaciones, Burgos, Diputación Provincial de Burgos.

(1969): Guía de Clunia, Burgos, Diputación Provincial de Burgos.

Palol, P. de y Guitart, J. (2000): Los grandes conjuntos públicos. El foro colonial de Clunia, Burgos, Diputación Provincial de Burgos.

Pradales Ciprés, D. (2005): La romanización de la Meseta Norte. Burgos, Clunia, Burgos, Caja de Ahorros del Círculo Católico de Burgos.

Sacristán, J. D. (2005): “Clunia. El confín de la Celtiberia”, en Chaín Galán, A. y Torre Echávarri, J. I. de la. (coords.), Celtíberos. Tras la estela de Numancia, Soria, Diputación Provincial de Soria, 183-190.



[1] Actual Peñalba de Castro, Burgos.

[2] Para entender estas cifras, sirva como ejemplo el teatro de Epidauro, el más grande y mejor conservado del mundo grecolatino, que podía albergar entre 12.000-14.000 espectadores, más del doble de lo que puede albergar el teatro de Mérida.

[3] La inversión de este proyecto ascendió a 80.000 euros, de los cuales 33.477 fueron aportados por la Diputación de Burgos.

[4] Mediante fluorescencia de rayos x y microscopia óptica/electrónica.

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